Hace unos días, las imágenes del Dalai Lama besando a un niño en la boca provocaron indignación a miles de internautas que arremetieron contra el líder espiritual.

Alicia Machado fue una de ellas, pero muchos famosos más lo hicieron. Poco después el líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano, se disculpó por sus acciones a través de un comunicado.

La actriz también pidió que se levantaran cargos en su contra a través de sus redes y aprovechó para arremeter en contra del fanatismo religioso.

En su post escribió:

“Este viejo inmundo debería de enclaustrarse y no volver a salir de allí por el resto de su vida, aparentando que son unos fanáticos que viven de los gobiernos porque no trabajan, no quieren pagar impuestos y cobran millonarias sumas por sentarse a recibir elogios”.

Y agregó: “Que le levanten cargos y lo manden a bañar. Otra de las estupideces humanas son los disfraces ‘religiosos’ ignorancia y fanatismo puro e inaceptable”, concluyó.

La señora expresó su sentir y es muy comprensible, independientemente de sus experiencias de vida. Y aunque básicamente en culturas como la nuestra, sacar la lengua es considerado una agresión, aunque menor, en el Tíbet es una forma de saludar.

Incluso ha sido una tradición desde el siglo IX, en tiempos del rey Lang Darma, conocido por su lengua negra. De acuerdo a estudiosos, la gente del Tíbet, pensando que el rey había renacido, sacaban su lengua para mostrar que no eran el monarca. Ahora este saludo es, aseguran, una forma de respeto en esta región.

El Dalai Lama se disculpó porque esa es su doctrina. No se pondrá a discutir acerca del motivo por el que lo hizo.

Y habría que señalar que, aun cuando han existido algunas controversias anteriores en la persona del Dalai Lama, nunca han sido relacionadas con situaciones de tipo sexual.

En esta ocasión el Dalai Lama se sintió con el derecho de hacer lo que hizo en nombre de una ideología y su peor error fue hacerlo en vivo ante las cámaras del mundo.