¿Te sientes cansado después de una larga mañana de trabajo? ¿Te cuesta concentrarte en tus tareas y tienes dificultades para mantener los ojos abiertos? No te preocupes, ¡la solución puede ser tomar una siesta!

Sí, lo has oído bien. Tomar una siesta puede ser justo lo que necesitas para aumentar tu productividad y mejorar tu enfoque. La ciencia ha demostrado que una siesta corta de 20-30 minutos puede mejorar el estado de alerta, la memoria y la capacidad de aprendizaje.

¿Pero cómo funciona esto? Cuando duermes, tu cerebro procesa la información y consolida la memoria. Una siesta corta puede ayudar a tu cerebro a realizar estas funciones de manera más eficiente, lo que te permitirá ser más productivo cuando despiertes.

Además, una siesta puede ayudar a reducir el estrés y la fatiga, lo que puede mejorar tu estado de ánimo y hacerte sentir más motivado y energizado. Y si te preocupa perder tiempo, no te preocupes. Un estudio realizado por la NASA encontró que una siesta de 26 minutos puede mejorar la productividad en un 34%.