1. Elige tus plantas en función de las especies que quieras atraer. Por ejemplo:
A las abejas melíferas, “el buque insignia de la comunidad apícola”, les encanta todo lo que florece. Los arbustos de té son especialmente populares en Tampa.
A las monarcas les encanta el algodoncillo y los susanos de ojos negros.
2. No entierres las plantas a demasiada profundidad.
La mayoría de las plantas mueren porque se asfixian bajo tierra. No rompas las raíces, siembralas altas y pon un poco de mantillo a su alrededor.
3. Sólo necesitas una planta huésped y otra nectarífera.
La planta huésped es donde las especies pueden poner sus huevos, y la planta nectarífera proporciona nutrientes.
Un jardín de polinizadores puede ser tan sencillo como un par de macetas en un balcón o un pequeño rincón de un jardín comunitario.
4. Las plantas autóctonas no necesitan fertilizantes ni productos químicos.
Esta es una de las razones por las que las plantas autóctonas son importantes: ayudan a reducir los productos químicos que van a parar al agua.