Como padres tenemos la responsabilidad de criar bien a nuestros hijos con el fin de que se conviertan en personas de bien, honestas, responsables, educadas, exitosas y felices. También sabemos que la mejor manera de educar es a través del ejemplo que les damos.
Para los niños, sus héroes son sus padres, los aman, admiran y su mayor deseo es ser como ellos, por lo que debemos tener cuidado con los malos hábitos porque con toda seguridad los heredarán nuestros hijos. Por ejemplo:
• Tener malos hábitos alimenticios. Para prevenir futuros problemas de salud como son la obesidad, la diabetes y otros. Desde que son pequeños, debemos tomar consciencia de esto y cambiar los malos hábitos alimenticios que tengamos para que en familia aprendamos a ser más saludables.
• Comer frente a la televisión, por varios motivos: desestimula la convivencia en familia, especialmente en momentos tan importantes como son la hora de comer y además, el cerebro está ocupado en lo que está viendo y no en lo que está ingiriendo por lo que no reconoce cuando ya está lleno y termina comiendo más de lo necesario.
• Las malas palabras se aprenden con mucha facilidad; así que cuando los padres acostumbran decir groserías, sus hijos también lo harán
• Poco ejercicio: si los padres son sedentarios, ¿cómo pretenden que sus hijos sean muy activos? Se recomienda salir a caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta, en fin, cualquier actividad física que les guste y ojalá sea al aire libre.