No hay nada peor que tener un hijo que te cae mal. Es una situación dolorosa, frustrante e incluso a veces angustiante. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para lidiar con la situación.
En primer lugar, asegúrate de que estás haciendo todo lo posible para establecer una buena relación con tu hijo. Esto incluye ser amable, respetuoso y atento. Si haces todo lo que puedas para conectar con él o ella, es probable que la relación mejore con el tiempo.
En segundo lugar, no te abrasarás si tratas de forzar la relación. A veces, simplemente no hay química entre padres e hijos. Si tu hijo te cae mal, no te sientas obligado a pasar todo el tiempo con él o ella.
Busca formas de conectarte de manera más positiva, como a través de actividades en las que ambos disfruten.
Finalmente, no dudes en buscar ayuda si la situación te está afectando negativamente. Habla con un terapeuta o con otro miembro de tu familia para obtener apoyo. Recuerda que no eres el único que pasa por esto y que puedes encontrar la ayuda que necesitas para lidiar con la situación.