Este sábado 29 de abril, la banda mexicana de rock, Maná, cumplió con su segunda fecha en Chicago, Illinois, en el United Center, como parte de su gira “México Lindo Y Querido Tour” en los Estados Unidos, que inició el 17 de marzo en San José, California.
Fher Olvera, vocalista de la banda, informó para la revista digital Billboard, lo especial que es Chicago para Maná: “Esta noche, tenemos que superar la emoción que hemos sentido en otras ciudades a lo largo de nuestra gira, los hemos extrañado mucho a todos, han pasado más de tres años desde la última vez que estuvimos aquí. Los latinos han ganado tanto territorio en Chicago. Aquí nos sentimos como en casa, como si estuviéramos en México”.
Con su típico vestuario negro, y acompañado igualmente con uñas negras, Fher sueña con seguir los pasos del mayor icono del rock mundial, Mick Jagger:
“Ves a Mick Jagger de los Rolling Stones, que tiene casi 80 años y sigue rockeando. No sé si llegaré a ese punto”.
Por lo pronto, Maná también está muy entusiasmado, ya que para su concierto en Los Ángeles programado para finales de septiembre, Alex González, el baterista estrella y compositor de la banda de rock mexicana estará acompañado por Anabelle Adamson, una pequeña de 8 años que nació ciega, pero que no le ha impedido convertirse en una prodigio musical.
Ahora, su talento atrajo la atención de Alex González, quien le entregará una de sus baquetas. La otra baqueta ya está en la casa de Adamson, ¿por qué?
Resulta que los papás de Anabelle, quienes viven en Los Ángelesk, acudieron a un concierto de Maná el año pasado. Durante la presentación, Alex, el baterista, arrojó una de sus baquetas a la multitud y fue nada menos que Scott Adamson, padre de Anabelle, quien la atrapó.
Los Adamson compartieron la historia con un amigo cercano, quien, para su sorpresa, tenía una conexión con el baterista, y a través de WhatsApp, Anabelle envió una grabación de ella tocando una batería y explicando cómo su papá atrapó una de sus baquetas. Esa grabación finalmente llegó a González, quien quedó impresionado, y no solo quería enviarle la otra baqueta: quería entregársela él mismo. Por eso invitó a Anabelle y su familia a su próximo show en Los Ángeles.
