Puede ser una puesta de sol, una conmovedora pieza orquestal o un cuadro impactante: cualquier cosa que le ponga la piel de gallina o le haga derramar una lágrima. Los expertos creen que la búsqueda constante de estas experiencias sobrecogedoras podría conducir a una vida mucho más feliz y saludable.
La gente encuentra asombro en la naturaleza, la religión y la música, así como en el arte visual o la arquitectura.
El poder del asombro es que nos motiva a ver más allá de nuestros propios deseos. Acalla la voz del yo y, en consecuencia, te hace compartir cosas y colaborar con otras personas. Recientemente, un estudio de Harvard realizado a lo largo de décadas descubrió un fuerte vínculo entre las conexiones interpersonales estrechas y nuestra felicidad y salud en general.
Un estudio examinó las acciones de las personas después de pasar un rato en un bosquecillo de árboles gigantes de hoja perenne. Los participantes que pasaron un minuto mirando a los árboles mostraron una mayor tendencia a ayudar a los demás.