En 2021, aproximadamente 1 de cada 17 trabajadores adultos experimentó angustia psicológica grave, es decir, sentimientos negativos lo bastante intensos como para afectar a su funcionamiento social y laboral y requerir tratamiento, según un informe.

Las respuestas, recogidas durante el segundo año de la pandemia de Covid-19, mostraron que aproximadamente 1 de cada 17 personas que tuvieron que trabajar cuando estaban físicamente enfermas declararon sufrir trastornos psicológicos graves, tres veces más que las que no tuvieron que trabajar cuando estaban enfermas.

Las tasas de malestar psicológico eran más altas entre los trabajadores que no tenían baja por enfermedad remunerada que entre los que sí la tenían.

Los turnos nocturnos y los horarios menos flexibles también tuvieron un efecto significativo en la salud mental. Las personas que trabajaban en el turno de noche tenían el doble de probabilidades de sufrir trastornos que las que trabajaban en el turno de día.

Según los expertos, la falta de control está en la base de muchas de estas condiciones laborales relacionadas con la mala salud mental.