La obsesión por alguien que no nos corresponde es un fenómeno común en el amor no correspondido. A menudo, nos encontramos pensando constantemente en esa persona, imaginando situaciones que nunca ocurrirán y esperando un cambio que nunca llegará. Pero, ¿por qué nos obsesionamos con alguien que no nos quiere?
En primer lugar, puede ser difícil aceptar la realidad de que alguien que nos gusta no siente lo mismo. Es natural aferrarse a la esperanza de que algún día esa persona cambiará de opinión. Además, la falta de cierre y explicación de por qué no se siente el mismo interés puede mantenernos en un estado de confusión y anhelo.
La baja autoestima también puede ser un factor en la obsesión. A menudo, nos aferramos a alguien que no nos quiere porque creemos que no somos lo suficientemente buenos para alguien que sí lo hace. Esto puede llevarnos a buscar la validación de esa persona, incluso si no es mutua.
La soledad también puede ser un motivo para la obsesión. A veces, nos aferramos a alguien que no nos quiere simplemente porque no queremos estar solos. Podemos sentir que tener a alguien en nuestras vidas, aunque no sea recíproco, es mejor que estar solos.
Es importante recordar que, aunque la obsesión por alguien que no nos quiere pueda ser dolorosa, es posible superarla. Aceptar la realidad y buscar la ayuda de amigos y familiares puede ayudar a aliviar el dolor. También es importante trabajar en la autoestima y aprender a valorarse a uno mismo. Con el tiempo, la obsesión disminuirá y podremos avanzar hacia nuevas relaciones y experiencias en nuestras vidas.