El sudor es una función corporal que ayuda a mantener la temperatura interna del cuerpo. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta varios cambios fisiológicos, y uno de ellos es la disminución de la producción de sudor. Hay varias razones por las que las personas mayores sudan menos, y aquí explicamos algunas de ellas.
En primer lugar, a medida que envejecemos, nuestra piel se vuelve más delgada, lo que significa que tiene menos glándulas sudoríparas. Además, la actividad de estas glándulas también disminuye con la edad, lo que conduce a una producción de sudor reducida. Esto puede hacer que las personas mayores sean más susceptibles a la sobrecalentamiento y la deshidratación en climas cálidos.
Otra razón por la que las personas mayores sudan menos es que su capacidad para regular la temperatura corporal disminuye con la edad. Esto significa que el cuerpo no puede enfriarse tan eficientemente a través del sudor y, en su lugar, debe depender de otras formas de enfriamiento, como la exposición al aire fresco o la sombra.
Finalmente, los medicamentos que toman las personas mayores pueden afectar la producción de sudor. Algunos medicamentos para la presión arterial, por ejemplo, pueden reducir la producción de sudor y, por lo tanto, aumentar el riesgo de sobrecalentamiento.