Raúl Velasco fue un productor de televisión y el presentador más importante del medio durante los casi 30 años que duró el programa mexicano de música y variedades “Siempre en domingo” (1969-1998), y cuya duración era en promedio de 3 horas y media.

Fue la plataforma para muchos artistas mexicanos y latinos, hoy reconocidos a nivel internacional, y uno de los programas favoritos del público mexicano, con audiencias semanales que superaban los 350 millones de televidentes en México, América e incluso parte de Europa.

Pero recientemente, Thalía recordó las duras críticas que recibió por parte de Raúl Velasco. Fue durante una entrevista para Billboard donde la ex Timbiriche” trajo a la memoria el momento en que Velasco la llamó “corrientota”, cuando comenzaba una carrera como solista tras su paso por el exitoso grupo infantil.

“Esa autoridad de decirle a una chica que acaba de lanzar su primera canción, su primer disco, con las estrellas en los ojos, enfrentarse a su público y de pronto que te digan, ‘¿por qué te maquillas así? —en vivo— eres una corriente, eres una barata’”.

En el fragmento del video, que formó parte de la entrevista del premio “Poderosa Global”, que se le otorgó a la mexicana, la cantante afirmó que ese tipo de comentarios estaban normalizados porque formaban parte de un sistema. Y celebró que en la actualidad esas cuestiones ya no sean criticadas.

“Era un sistema, ahora si te pasa algo, le dice ‘wow, después de mí, vienen millones, y te paras porque te paras, pero en ese momento era un sistema, se normalizaba”.

La cantante, como muchos otros artistas, se presentaba en “Siempre en domingo” para recibir la ‘patada de la suerte’ por parte de Raúl Velasco.

En ese momento, Velasco se vanaglorió después de haberle hecho tal comentario: 

“Te quiero hacer una observación muy favorable. Desde el día que debutaste en el programa has tenido una evolución mucho muy grata. Este atuendo que tienes ahora corresponde a la de una chica joven, alegre, te quitaron lo ‘corrientota’ que te habían puesto”.

Thalía contaba con 18 años entonces, y solo se limitó a reír y escuchar.