Mediante el uso de ARNm adaptado al tumor de cada paciente, la vacuna puede haber evitado la reaparición de una de las formas más mortíferas de cáncer.

Hace cinco años, un pequeño grupo de científicos especializados en cáncer empezaron a probar contra una de las formas más mortíferas de cáncer. el de páncreas, famoso por reaparecer incluso en pacientes cuyos tumores habían sido extirpados.

Ahora, los científicos han comunicado unos resultados que desafiaban los pronósticos. La vacuna provocó una respuesta inmunitaria en la mitad de los pacientes tratados, y esas personas no mostraron ninguna recaída de su cáncer durante el transcurso del estudio, un hallazgo que los expertos externos describieron como extremadamente prometedor.

El estudio, publicado en Nature, marcó un hito en el movimiento que desde hace años se lleva a cabo para fabricar vacunas contra el cáncer adaptadas a los tumores de cada paciente.