Los jefes se impacientan ante el descenso generalizado de la productividad.
Google, una empresa que comercializa sus productos de computación en la nube como herramientas vitales para el lugar de trabajo híbrido moderno, dijo a su personal que tienen que estar en la oficina tres días a la semana.
Meta, propietaria de Facebook e Instagram, también está impulsando un plan de tres días en la oficina. Lo mismo ocurre con Amazon y Apple. A principios de este año, Disney puso en marcha un mandato de cuatro días a la semana en persona.
Movimientos similares se están produciendo de forma dispersa en toda la América corporativa, y hay una cosa que los une: No cae nada bien.
Aunque es cierto que la productividad está cayendo últimamente, hay pocas pruebas que sugieran que el trabajo a distancia sea el principal culpable. De hecho, muchos economistas sospechan que la caída del compromiso de los empleados se debe al agotamiento.