Según un nuevo estudio, la mayoría tienen cánceres de bajo riesgo y rara vez se benefician del tratamiento. El seguimiento activo de la enfermedad suele ser la mejor opción.
La investigación muestra que una proporción cada vez mayor de hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo optan por la vigilancia activa, como recomiendan ahora las directrices médicas.
El diagnóstico solía conducir directamente a un tratamiento agresivo. Hasta 2010, alrededor del 90% de los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo se sometían inmediatamente a una intervención quirúrgica para extirpar la glándula prostática (una prostatectomía) o recibían radioterapia, a veces con terapia hormonal.
A lo largo de un seguimiento de 15 años, menos del 3% de los hombres, cuya edad media en el momento del diagnóstico era de 62 años, habían muerto de cáncer de próstata.