En la actualidad, el estilo de vida de la mayoría de las personas gira en torno al trabajo y la familia. Debido a esto, la mayoría de las personas necesitan dormir lo suficiente como para estar descansadas y listas para el día. Sin embargo, a veces nos cuesta madrugar, especialmente cuando tenemos que levantarnos temprano para ir a trabajar o llevar a nuestros hijos a la escuela. Hay varias razones por las que nos cuesta madrugar, pero la principal es que nuestro cuerpo tiene un ritmo natural que se ve interrumpido cuando tratamos de dormir menos de lo necesario.
El primer motivo por el que nos cuesta madrugar es que nuestro cuerpo tiene un ritmo natural que se ve interrumpido cuando tratamos de dormir menos de lo necesario. Nuestro cuerpo tiene un reloj interno que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia, y cuando tratamos de dormir menos de lo necesario, este reloj se ve afectado. Esto significa que nos cuesta conciliar el sueño y nos despertamos más cansados de lo normal.
Otra razón por la que nos cuesta madrugar es que nuestro cuerpo produce una sustancia llamada melatonina, que nos ayuda a dormir. La melatonina se produce en la oscuridad y se inhibe en la luz, por lo que cuando nos levantamos temprano y encendemos la luz, nuestro cuerpo produce menos melatonina, lo que nos hace sentir más cansados.
Por último, otra razón por la que nos cuesta madrugar es que nuestro cuerpo produce una hormona llamada cortisol, que nos ayuda a despertar. El cortisol se produce en respuesta al estrés, por lo que si nos levantamos de pronto y sin descansar lo suficiente, nuestro cuerpo produce cortisol, lo que nos hace sentir más cansados.