Todos hemos visto a esas personas jóvenes y fotogénicas que promocionan modas, alimentos o servicios a sus grandes seguidores en TikTok e Instagram.

Pero ahora ha llegado una nueva generación de “desinfluencers”, y están diciendo que el materialismo y las tendencias excesivamente caras ya no están de moda.

Sus mensajes son simples y directos: Estos artículos están sobrevalorados y no los necesitas. A veces sugieren otras opciones. También hablan de sostenibilidad y del coste de los residuos asociados a sectores, como la belleza y la moda.

Los desinfluenciadores son cada vez más populares. En TikTok, por ejemplo, 582 millones de los 584 millones de visualizaciones totales del hashtag #deinfluencing se produjeron en 12 meses, según informó la plataforma.

La desinfluenciación es una tendencia emergente en las redes sociales que disuade a los consumidores de comprar determinados productos que el desinfluenciador considera indulgentes, ineficaces o que no merecen la pena.