El auge de las redes sociales ha provocado un aumento significativo de la depresión y la desesperanza entre los adolescentes, según una encuesta de la Universidad de Michigan.
Casi la mitad de los adolescentes coinciden en sentir que no pueden hacer nada bien y que no disfrutan de la vida, el doble que hace diez años.
La psicóloga Dra. Jean Twenge atribuye este aumento al tiempo que pasan los adolescentes frente a las pantallas y a las redes sociales, reemplazando las interacciones sociales y los hitos de su desarrollo.
Esta tendencia es especialmente notable entre las chicas, quienes se enfrentan a una mayor presión para compararse y obtener estatus social en línea.
La pandemia ha empeorado estos problemas de salud mental, ya que la Generación Z también se enfrenta a la polarización política y la agitación social, lo que genera una visión pesimista del futuro.