México impuso un arancel del 50% a las importaciones de maíz blanco, una medida que, según el Presidente mexicano, pretende impulsar la producción nacional y evitar las importaciones de maíz modificado genéticamente.
La medida del sábado es la última de una disputa comercial sobre el maíz modificado genéticamente entre México y sus socios comerciales norteamericanos, Canadá y Estados Unidos.
Tanto Estados Unidos como Canadá han dicho que el temor de México a los peligros del maíz modificado genéticamente “no tiene fundamento científico”.
El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dice que no le asusta la polémica e insiste en que sólo debe utilizarse maíz blanco nacional para el consumo humano.