La terapia con animales ha demostrado ser una poderosa herramienta para promover la sanación y el bienestar emocional en las personas. Los peludos de cuatro patas, como perros y gatos, han demostrado ser especialmente efectivos en este tipo de terapia, proporcionando apoyo y consuelo a aquellos que lo necesitan.
Se ha encontrado que la interacción con animales reduce la presión arterial, disminuye el estrés y la ansiedad, y mejora el estado de ánimo. Además, se ha observado que la presencia de un animal puede aumentar los niveles de oxitocina, la hormona relacionada con el apego y la reducción del estrés.
La terapia con animales se utiliza en una amplia gama de contextos, desde hospitales y hogares de ancianos hasta centros de rehabilitación y escuelas. En los hospitales, por ejemplo, los perros de terapia visitan a los pacientes para brindarles compañía y aliviar su malestar emocional. En los centros de rehabilitación, los animales se utilizan para motivar a los pacientes y ayudarles a alcanzar sus objetivos terapéuticos.
No obstante, la terapia con animales no se limita solo a perros y gatos. Caballos, delfines y incluso pequeños animales como conejos y cobayas también se utilizan en terapias específicas. Cada especie tiene sus propias características y beneficios únicos.