Fue otro día de caos y cancelaciones para los viajeros en Estados Unidos.
Los problemas han ido en aumento desde el sábado. En total, las aerolíneas han cancelado más de 5,000 vuelos en los últimos cuatro días, con casi 30,000 retrasos.
La culpa es de los sospechosos habituales: Las fuertes tormentas eléctricas dieron el pistoletazo de salida y, a continuación, entraron en juego toda una serie de problemas de gestión.
Los pasajeros varados culparon a las aerolíneas; las aerolíneas culparon a la Administración Federal de Aviación, que supervisa los centros de control del tráfico aéreo; y la FAA señaló la persistente escasez de personal que ha lastrado a la agencia desde el comienzo de la pandemia.