Rosalía estuvo con el enorme productor Rick Rubin, en su podcast llamado Tetragrammaton donde la artista catalana ha reconocido que el productor ha sido siempre una inspiración, y ahí dio pistas sobre lo nuevo que está haciendo, entre ello, habló de la evolución musical y de su propia música, influenciada por el momento y el entorno en que se crea:
“Cada momento es distinto porque estamos cambiando todo el tiempo”, dijo Rosalía, “la música tiene que ser un reflejo de eso, de cada lugar en que nos encontramos, por eso cada proyecto es distinto. Es lo natural”.
Por lo que el productor “más importante de los últimos 20 años”, según MTV, le preguntó si tenía alguna idea de hacia dónde trabajaría, a lo que Rosalía respondió:
“Sí, sí. Tengo una nota en mi móvil llena, muy larga, en la que tengo que hacer mucho scroll para llegar abajo, siempre trato de escribir todo lo que siento cuando tengo la intuición de que quiero ir allí, escribo acerca de todo: sobre las letras, sobre cómo me creo que debería ser el show, ideas sobre los arreglos de voz que quiero probar… Escribo todo lo que me viene a la cabeza”.
Y la charla se encaminó hacia el proceso de creación de los tres álbumes de la catalana y del salto que supuso pasar de “El mal querer” a “Motomami”: “El flamenco es mi fundación. Pero mi vida está dedicada a la música, a aprender más música. No sería fiel a mí misma si decidiera hacer sólo una cosa”.
Una Rosalía sincera, reflexiva, que se ha abierto sobre la posible decepción que pueden sentir sus seguidores cuando apuesta por un trabajo disruptivo: “El crecimiento del artista hace crecer también a los fans, pero es inevitable que se sientan decepcionados, porque ellos probablemente esperan algo continuista, creen que conocen al artista”.
Y se ha confesado aficionada al riesgo del cambio: “He crecido con mi familia, mi madre, mi hermana, diciéndome que era muy valiente, así que creo que es parte de mi personalidad. Me gusta estar en ese lugar, correr ese riesgo de no saber si me voy a caer. Es excitante”.
Rosalía es una mujer que se arriesga, ama sus raíces, pero descubre nuevos caminos donde mezcla géneros y encuentra la conexión con sus diferentes públicos en las actuaciones, la importancia de la voz en la música, la define como “regalo”, y la presencia constante de este arte en su alrededor, sobre lo que deja una bonita idea: “La música pasa porque hay infinitas opciones de que suceda”.