Lo que hace Halo es enviar coches de alquiler directamente a las puertas de los usuarios mediante operadores remotos, según TechCrunch.
Como en cualquier servicio de transporte compartido, el usuario solicita que le recojan en el lugar que prefiera.
La flota de vehículos eléctricos de Halo está equipada con cámaras, módems y antenas; un conductor remoto en el centro de operaciones de la empresa utiliza vídeo en directo y datos de sensores para dirigir el coche hasta ti.
A continuación, el conductor remoto te cede el control y tú pagas una tarifa de 12 dólares por hora para conducir el vehículo donde te plazca.
Si quieres probarlo acércate a Las Vegas, donde se está probando este sistema de reparto sin conductor.
Halo podría competir con Uber y Lyft en precios, limitando el molesto problema de “tener que compensar a todos los conductores”.
Esencialmente, Halo monetiza como cualquier empresa de alquiler de coches, simplemente utilizando su tecnología sin conductor para desplegar su flota de manera óptima.