Muchos baby boomers tienen una larga historia con las drogas, el cannabis y el alcohol. “El sector no estaba preparado para ello”, afirma un experto.
Hasta hace unos años, incluso cuando la epidemia de opiáceos hacía estragos, los profesionales sanitarios y los investigadores prestaban poca atención al consumo de drogas por parte de los adultos mayores; las preocupaciones se centraban en las víctimas más jóvenes, en edad de trabajar, que eran las más afectadas.
Pero a medida que los baby boomers han ido cumpliendo 65 años, la edad a la que suelen tener derecho a Medicare, los trastornos por consumo de sustancias entre la población de más edad han aumentado considerablemente.
Los boomers que envejecen “siguen consumiendo drogas mucho más que sus padres, y el campo no estaba preparado para ello”.
Las cifras hasta ahora siguen siendo de aproximadamente -6,700 muertes por sobredosis de drogas en 2021 entre personas de 65 años o más-, pero la tasa de aumento es alarmante.