Una anodina máquina expendedora azul instalada recientemente por el departamento de salud de Nueva York que ofrece gratuitamente Narcan, tiras reactivas de fentanilo y xilacina, pipas limpias y suministros sanitarios básicos como compresas higiénicas, cepillos de dientes, preservativos y kits para el cuidado de heridas es un signo de prudente esperanza en una ciudad donde casi 2,700 residentes murieron por sobredosis de drogas en 2021.
La reducción de daños no ha hecho más que empezar a ganar adeptos en Estados Unidos y la ciudad de Nueva York es un activo campo de pruebas. Dos centros de consumo seguro inaugurados en 2021 son los primeros de Estados Unidos que permiten consumir drogas bajo la supervisión de personal clínico cualificado.
La ciudad espera que las máquinas expendedoras faciliten aún más la obtención de ayuda y tiene previsto instalar dos más. En Michigan hay 35 máquinas expendedoras en cárceles y lugares públicos, financiadas con subvenciones públicas y privadas y gestionadas por grupos comunitarios locales.
