El Presidente Biden y la Vicepresidente Harris llegaron al cargo decididos a reconstruir nuestra economía desde el centro hacia afuera y desde abajo hacia arriba, no desde arriba hacia abajo, y esa estrategia está funcionando. Incluso cuando se enfrentaron a una crisis económica y de salud pública inmediata -con una pandemia galopante, un elevado desempleo, cadenas de suministro bloqueadas y cientos de miles de pequeñas empresas en riesgo de cierre-, el Presidente reconoció que algunos de esos retos tenían su origen en una teoría fallida del goteo que apoyaba la reducción de impuestos para los ricos y las grandes empresas, la reducción de la inversión pública en prioridades críticas como las infraestructuras y la educación, y la incapacidad de salvaguardar la competencia en el mercado.
Su plan -Bidenomics- se basa en una visión económica centrada en tres pilares clave:
Realizar inversiones públicas inteligentes en Estados Unidos
Capacitar y educar a los trabajadores para hacer crecer la clase media
Fomentar la competencia para reducir costes y ayudar a los emprendedores y a las pequeñas empresas a prosperar.