La crianza de los hijos se considera uno de los trabajos más difíciles del mundo, pero no hay educación formal disponible sobre cómo ser un padre exitoso. La buena noticia es que hay muchas maneras en que los padres pueden estimular el cerebro de sus bebés y usar los eventos cotidianos como oportunidades de aprendizaje excepcionales.
1. Estimule el habla del bebé y trátelo como una conversación real.
Los sonidos y gestos que hacen los bebés pueden no parecer mucho, pero es su única forma de comunicación. Los científicos del desarrollo de la primera infancia dicen que debemos estimular el habla infantil y tratarlo como una conversación real. Los padres deben responder a los sonidos, señales y acciones del bebé y participar con ellos a lo largo del día. La cantidad de palabras a las que un bebé está expuesto determinará la cantidad de palabras en el vocabulario de un niño a la edad de 2 años y los niveles de lectura de un niño más adelante. Tome en serio el balbuceo del bebé y anímelo.
2. Léale a tu bebé para ejercitar el lenguaje
Es posible que los bebés aún no hablen ni lean, pero nacen listos para aprender. Incluso a los 3 meses de edad, pueden distinguir cada sonido utilizado en todos los idiomas del mundo entero. Cada vez que le lee en voz alta a su bebé, está desarrollando habilidades lingüísticas. Asegúrate de señalar las imágenes del libro y haz preguntas sobre la historia y los personajes. Preguntas simples como “¿qué llevan puesto?” y “¿cuántos hay?” involucrará las habilidades lingüísticas de su hijo. Leerles a los bebés no solo los expone a nuevas palabras, sino que también crea un amor por los libros y la lectura. Recuerde, los líderes son lectores, entonces, ¿por qué no comenzar temprano?
3. Utilice las experiencias cotidianas como oportunidades de aprendizaje
Para los bebés, cada experiencia de vida tiene que ver con el aprendizaje. Ya sea la hora del baño, ordenar la ropa, cocinar o hacer mandados, estas actividades son excelentes momentos de aprendizaje. Narre lo que está haciendo para estimular el lenguaje. Cuente y clasifique la ropa para enseñar matemáticas y juegue con los ingredientes y texturas de los alimentos para promover el pensamiento científico. Hacer caras que muestren diferentes emociones es una excelente manera de enseñar inteligencia emocional.