Se ha demostrado que el ejercicio ayuda a prevenir enfermedades crónicas, alargar la vida, prevenir la demencia, ralentizar el deterioro cognitivo y mucho más.
Sin embargo, la cantidad de sueño que se duerme puede ser igual de importante, al menos en lo que se refiere a los beneficios del ejercicio y al funcionamiento del cerebro a medida que se envejece.
En un nuevo estudio, los investigadores descubrieron que las personas con una actividad física más frecuente y de mayor intensidad que dormían de media menos de seis horas por noche presentaban un deterioro cognitivo general más rápido que las que dormían poco y hacían ejercicio con poca frecuencia.
“Nuestro estudio sugiere que puede ser necesario dormir lo suficiente para obtener todos los beneficios cognitivos de la actividad física”, afirma la autora principal, la Dra. Mikaela Bloomberg, investigadora del Instituto de Epidemiología y Atención Sanitaria del University College de Londres.