Mientras gran parte de Estados Unidos se hincha bajo un calor récord, los conductores y trabajadores de almacén de Amazon se han declarado en huelga en parte para protestar por las condiciones de trabajo que pueden superar los 100 grados Fahrenheit.
En los días calurosos en Orlando, las cuadrillas de servicios públicos están posponiendo los controles de fugas de gas, ya que cavar al aire libre vestidos con pesados equipos de seguridad podría poner en peligro sus vidas. Incluso en Michigan, en la frontera septentrional del país, los equipos de construcción trabajan menos días debido al calor.
El calor extremo está afectando regularmente a trabajadores de sectores distintos a los previstos, como la agricultura y la construcción. Las altas temperaturas están causando problemas a quienes trabajan en fábricas, almacenes y restaurantes, y también a los empleados de compañías aéreas y de telecomunicaciones, servicios de reparto y empresas energéticas.