La variante EG.5, también conocida como ‘Eris’, ha surgido como una preocupación creciente en la lucha contra el COVID-19 en Estados Unidos. Datos federales indican que EG.5 es la principal causa de los casos actuales y del incremento de hospitalizaciones en todo el país. Desde su aparición en abril, esta mutación del ómicron ha ganado terreno rápidamente y, a partir del 5 de agosto, representaba el 17.3% de los casos de COVID-19, según los CDC.
Aunque hasta el momento EG.5 no parece provocar síntomas más graves que otras variantes, su resistencia a los anticuerpos previamente generados por infecciones y vacunas la convierte en un motivo de preocupación.
No obstante, expertos epidemiólogos sugieren que el aumento en las hospitalizaciones podría ser el resultado de múltiples factores, incluida la variante EG.5, pero también una disminución en la inmunidad y condiciones climáticas extremas. A pesar de la alarma, las hospitalizaciones todavía se mantienen en niveles relativamente bajos en comparación con etapas anteriores de la pandemia.