La noche del martes, el número de víctimas mortales a causa de los catastróficos incendios en Hawaii superó la marca de los cien, alcanzando un total de 101 fallecidos, según informaron las autoridades. La magnitud de la tragedia se hizo evidente cuando una unidad móvil de la morgue llegó a Maui para apoyar a los equipos locales en la identificación de las personas que perdieron la vida en los voraces incendios forestales que arrasaron la isla.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos desplegó un equipo de expertos forenses y técnicos para llevar a cabo el delicado proceso de identificación y procesamiento de los restos. Las cuadrillas, asistidas por perros especializados, han rastreado aproximadamente un tercio del área afectada, mientras que se espera la divulgación de la lista de nombres de las víctimas.
El incendio, el más mortífero en más de un siglo en Estados Unidos, ha dejado a comunidades enteras reducidas a cenizas y miles de personas desplazadas de sus hogares. La posible causa del incendio apunta a la caída del tendido eléctrico en medio de fuertes vientos. Hawaiian Electric Co. enfrenta críticas y demandas por no cortar la electricidad a pesar de las advertencias y por no adoptar medidas preventivas efectivas.