La autoestima es una parte fundamental del desarrollo emocional de los niños. Una buena autoestima les proporciona confianza en sí mismos y una actitud positiva hacia la vida.
Si te preguntas si tu hijo tiene una autoestima sana, aquí te presentamos algunas señales a las que debes prestar atención:
Confianza en sí mismo: Un niño con autoestima sana confía en sus habilidades y capacidades. Se siente seguro al enfrentar nuevos desafíos y tiene una actitud positiva hacia el aprendizaje.
Respeto propio: Un niño con autoestima sana se valora a sí mismo y respeta sus propias necesidades y deseos. No se deja influenciar fácilmente por la presión de sus compañeros y toma decisiones que son congruentes con sus valores.
Resiliencia: Los niños con autoestima sana tienen la capacidad de superar los obstáculos y adaptarse a las situaciones adversas. No se desaniman fácilmente y ven los fracasos como oportunidades de aprendizaje.
Relaciones saludables: Un niño con autoestima sana tiende a establecer relaciones positivas y respetuosas con los demás. Se siente cómodo socializando y expresando sus ideas y sentimientos.
Autonomía: Los niños con autoestima sana tienen una buena dosis de independencia. Pueden tomar decisiones por sí mismos y asumir responsabilidades acordes a su edad.