En primer lugar, proporciona un entorno diverso y estimulante. Llena su espacio con libros, rompecabezas, colores y música. Anima las actividades al aire libre y las visitas a museos y parques para inspirar su imaginación.
Fomenta la curiosidad respondiendo sus preguntas y explorando temas juntos. Anímales a pensar de manera diferente y a plantear soluciones únicas.
El juego libre es esencial. No subestimes el poder de los juegos no estructurados. Deja que inventen historias, construyan estructuras y pinten sin reglas.
Apoya sus intereses y pasiones. Si se sienten atraídos por la ciencia, el arte o la música, bríndales recursos para aprender y crecer en esas áreas.
Finalmente, el elogio y la paciencia son fundamentales. Celebra sus logros, por pequeños que sean, y permíteles cometer errores mientras exploran su creatividad.