Cuando Elon Musk tomó el control de Twitter, que ahora se ha rebautizado como X, los anunciantes redujeron drásticamente sus gastos para promocionar sus marcas en la plataforma de redes sociales. Temían el caos que podría desencadenar el defensor de la libertad de expresión, quien prometía reinstaurar las cuentas suspendidas por promover el odio.
Casi un año después de que Musk ingresara a la sede de Twitter, los ingresos publicitarios aún están en caída libre, alrededor del 60 por ciento. El multimillonario ahora culpa a la Liga Anti-Difamación (ADL, por sus siglas en inglés) de los problemas financieros de la plataforma de redes sociales.
¿Por qué el propietario de X, Elon Musk, está considerando demandar a la ADL?
Organizaciones como la ADL han estado llamando la atención sobre el aumento del discurso de odio en la plataforma de redes sociales de Musk desde que finalmente accedió a pagar los $44 mil millones acordados en la primavera de 2022.
Musk afirma que “parece que no tenemos otra opción que presentar una demanda por difamación” contra la ADL para “limpiar el nombre de nuestra plataforma en lo que respecta al antisemitismo”.
