El ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, perpetrado por Al-Qaeda, fue el peor en la historia de los EE. UU., pero no el primero. Previamente, la masacre de Tulsa en 1921 marcó un hito en la violencia racial.

Desde entonces, los EE. UU. han enfrentado amenazas terroristas, incluyendo el terrorismo yihadista, como el intento del “hombre del zapato” en 2001, el tiroteo en Fort Hood en 2009, y el atentado del Maratón de Boston en 2013. Además, han ocurrido actos de terror racial, como el tiroteo en el templo Sikh de Wisconsin en 2012, el ataque con automóvil en Charlottesville en 2017, y el tiroteo en la sinagoga de Pittsburgh en 2018.

Estos eventos, junto con otros, subrayan la persistente amenaza del terrorismo en los EE. UU. Aunque no se ha repetido un ataque como el del 9/11, la nación sigue vigilante y comprometida en prevenir futuros actos violentos.