El pasado mes de mayo, la empresa Ostrom Mushroom Farms, con sede en el estado de Washington, acordó pagar una multa de 3.4 millones de dólares después de enfrentar una demanda de la Oficina del Fiscal General de Washington debido a denuncias de abusos laborales por parte de sus empleados.

Trabajadores revelaron haber sufrido intimidación y acoso por parte de sus empleadores. La mayoría de estos trabajadores residen en Sunnyside, una comunidad ubicada a unas 175 millas al sureste de Seattle. En Sunnyside, la población hispana constituye el 82%.

Los empleados de Ostrom Mushroom Farms, que se dedica a la recolección de hongos en la región de Yakima, Washington, describieron un ambiente de trabajo abusivo y desafiante. Algunos trabajadores fueron despedidos o suspendidos sin salario por no cumplir con las expectativas de producción, siendo las mujeres las despedidas con mayor frecuencia.

La demanda se centró en la discriminación de género y la discriminación basada en la inmigración o ciudadanía. La empresa remplazó a trabajadores locales con trabajadores temporales extranjeros con visas H-2A, quienes recibieron salarios más bajos y no tuvieron condiciones de vida adecuadas.

Tras la resolución de la demanda, muchos trabajadores ven la creación de un sindicato como la única opción para mejorar sus condiciones laborales. Ostrom Mushroom Farms ha cesado sus operaciones, y la nueva administración de Windmill Farms aún genera inseguridad entre los empleados.