El sindicato United Auto Workers (UAW) ha iniciado una huelga que afecta a los tres principales fabricantes de automóviles de Detroit: General Motors, Ford y Stellantis. La decisión se tomó tras no llegar a un acuerdo en la fecha límite del jueves pasado.

Los trabajadores están buscando aumentos salariales significativos, con un aumento del 46% en cuatro años y una reducción de la semana laboral de 40 a 32 horas. También quieren que se restauren los beneficios de jubilación tradicionales y buscan representación en las fábricas de baterías para vehículos eléctricos.

Por otro lado, las empresas han ofrecido aumentos salariales menores y bonos, pero han rechazado la semana laboral más corta. Argumentan que acuerdos laborales costosos podrían afectar su competitividad frente a compañías extranjeras no sindicalizadas.

La huelga podría tener un impacto significativo en la industria automotriz y en los precios de los vehículos. El futuro de esta disputa laboral sigue siendo incierto, y los próximos días serán decisivos en las negociaciones.