Los expertos en viajes de McKinsey predicen cómo se transformará la experiencia hotelera en la década de 2030.
Los cambios previstos son los siguientes
Automatización: En lugar de hacer cola para registrarse, recibirá una asignación de habitación a través de su smartphone, y las aplicaciones del hotel traducirán la información importante a varios idiomas.
Personalización: Todo en su habitación de hotel -desde la intensidad de la iluminación hasta el tipo de café o la ducha- estará personalizado y respaldado por datos.
Diferenciación: Los hoteles reflejarán su entorno y ofrecerán experiencias más únicas en función de la geografía, alejándose de la estandarización.
Los expertos predicen que los clientes elegirán cada vez más hoteles que den prioridad a la sostenibilidad, presionando a las empresas incluso antes que los reguladores.
La tecnología también ayudará: Los sensores de las habitaciones de los hoteles controlarán quién está en una habitación y qué está haciendo, ajustando la temperatura en consecuencia para limitar el consumo de energía.
Además de dar prioridad a la sostenibilidad, los hoteles se convertirán en empleadores más responsables, dando a los trabajadores más flexibilidad en sus funciones y mejores salarios y formación.