La sorprendente decisión estratégica del expresidente Donald Trump de no participar en los debates previos a las elecciones primarias republicanas de 2024 no ha impedido que su figura continúe dominando la conversación. Aunque el primer debate fue menos polémico que los de 2016, los candidatos no se atrevieron a criticar a Trump.
El segundo debate republicano se acerca, y Trump confirmó que no asistirá. En lugar de ello, planea celebrar un mitin con trabajadores en huelga de la industria automotriz en Detroit, una movida que algunos consideran oportunista.
La ventaja de Trump en las encuestas es abrumadora, lo que, según él, justifica su ausencia en los debates. A pesar de esto, su decisión ha generado opiniones mixtas entre los votantes republicanos. Algunos creen que su candidatura se debilita sin participar en los debates, mientras que otros lo siguen respaldando firmemente.
Independientemente de su ausencia, Trump sigue siendo el centro de atención y polariza a los precandidatos republicanos, con pocos dispuestos a criticarlo. El camino hacia la nominación presidencial republicana aún es incierto, pero Trump mantiene una fuerte influencia en esta carrera electoral.