La Comisión Federal de Comercio y 17 estados demandaron a Amazon el martes, estableciendo una lucha antimonopolio largamente esperada con el gigante del comercio electrónico que podría alterar la forma en que los estadounidenses compran de todo, desde papel higiénico a la electrónica en línea.
Para los consumidores, eso significaba “precios artificialmente más altos”, ya que se impedía a los comerciantes vender sus productos por menos en otros sitios, y una peor experiencia de compra, ya que Amazon promocionaba sus propios productos y salpicaba sus resultados de búsqueda con anuncios, según la demanda. Las tácticas del minorista hicieron imposible que sus rivales compitieran, según la agencia y los estados.