La alimentación cardiosaludable es esencial para mantener un corazón fuerte y sano. Optar por alimentos ricos en fibras, como frutas, verduras y granos enteros, puede ayudarte a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Evita las grasas saturadas y trans, y opta por grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el aguacate.
El pescado es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que pueden reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos. Además, limita la cantidad de sal en tu dieta para mantener una presión arterial saludable.
No te olvides de controlar las porciones y mantener un peso corporal adecuado. El exceso de peso puede poner estrés en tu corazón. ¡Y no olvides mantenerte hidratado!