Mientras que casi todos los demás en América han estado pagando a regañadientes sus impuestos, Trump durante años apenas ha contribuido en algo al gobierno que ahora dirige. La exposición del New York Times de las declaraciones de impuestos de Trump pinta una imagen poco halagadora del presidente – y explica por qué se ha negado a liberar esos registros al público.

Mediante engaños contables, el multimillonario con un avión privado, una cartera de resorts de golf, rascacielos y hoteles con su nombre y múltiples casas embadurnadas en oro, pagó al parecer sólo 750 dólares al Tío Sam en 2016 y 2017, y no pagó ningún impuesto federal en absoluto en 10 años diferentes desde 2000.

La segunda gran conclusión de la historia es que Trump, a pesar de todas sus bravatas, parece ser un hombre de negocios espantoso, que acumula cientos de millones de pérdidas en empresas de bajo rendimiento que amortiza para evitar el pago de impuestos. Tiene una deuda de cientos de millones de dólares y ha reclamado todo tipo de cosas cuestionables como gastos comerciales no gravables, incluidos los honorarios de consultoría de su hija Ivanka y 70,000 dólares por arreglarse el pelo.

También está la cuestión del autoproclamado papel de Trump como defensor de los “americanos olvidados” que, según él, están jodidos por un sistema económico comprado y pagado por el establishment de Washington. Pero todo el tiempo, aparentemente estaba desplumando a los contribuyentes aprovechando las lagunas legales para los súper ricos.

¿Qué significa todo esto para una elección que está a sólo cinco semanas? La regla normal es que nada sacudirá el apoyo de Trump entre los leales votantes de base – comprarán sus afirmaciones de que todo son noticias falsas y parte de un complot entre los medios y los demócratas. Pero en su primer debate este martes, el nominado presidencial demócrata Joe Biden seguramente usará la bomba de impuestos para atraer a los trabajadores, contribuyentes y obreros de los estados postindustriales.

El informe también confirma lo que ha estado mirando a América en la cara todo el tiempo: La fanfarronería de Trump y el personaje populista parecen ser una gran estafa.

“Deberías tener que pagar algo. Sólo algo para ser parte del juego”.

Incluso los estadounidenses que no ganan mucho deberían tienen que pagar algo en impuestos para ser “parte del juego”, dijo Trump en una entrevista radiofónica de 2011 — en la que críticaron que los ricos evaden impuestos. “Lo sorprendente es que la mitad del país no paga nada. Cero. Y aunque no ganes mucho, deberías pagar algo. Sólo algo para ser parte del juego. La mitad del país no paga nada”, dijo.

Ahora sabemos que al menos una persona no pagó nada.