Por supuesto, los adversarios de EE.UU. aprovecharon el primer debate presidencial como prueba de que EE.UU. se está comiendo vivo

“Este debate fue como el país: Todo el mundo está hablando. Nadie está escuchando. No se aprende nada. Es un desastre”, se regodeó en un artículo de opinión en The Global Times, un tabloide estatal chino. El autor afirmaba estar canalizando los pensamientos de la mayoría de los estadounidenses – mientras que jugaba con el objetivo de Pekín de halagar su propio sistema totalitario.

Irán también adoptó un tono superior al destacar la disfunción del debate, en el que el presidente Donald Trump se enfureció e interrumpió al candidato demócrata Biden y al moderador. “Vean en qué situación se encuentran. Por un lado, tenían la peor gestión en el coronavirus, y están lidiando con la peor tasa de desempleo y disturbios dentro de los Estados Unidos. … Por otro lado, no lograron ninguna victoria en su política exterior”, dijo el presidente Hassan Rouhani.

Sin duda, las copas también se están levantando silenciosamente en otros lugares – ciertamente en el Kremlin. El esfuerzo de interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 para sembrar la discordia y dañar la democracia de los Estados Unidos es un regalo que se sigue dando. Y percepciones como estas, fomentadas por la propaganda de gobiernos hostiles, dañan profundamente el poder de EE.UU. en el extranjero.

Trump, que también sufrió terribles críticas en su país por sus berrinches del martes, sí recibió ayuda de uno de sus mejores amigos extranjeros, el presidente brasileño Jair Bolsonaro. En Twitter, el “Trump of the Tropics” echó por tierra el plan de Biden de 20,000 millones de dólares para ayudar a proteger el Amazonas, motivado por una agenda oculta. Sin embargo, su ataque se estropeó ligeramente al escribir mal el nombre de Biden en la versión inglesa de su mensaje. “¡Qué lástima, Sr. John Biden, qué lástima!” Bolsonaro escribió.

En los últimos años, mientras el volcán Trump ha volado su cima, una nueva actitud hacia América ha surgido en el extranjero. Mientras que a menudo ha habido respeto, admiración, miedo o resentimiento hacia los Estados Unidos – rara vez ha habido lástima antes. Pero como escribió el columnista Tory Shepherd del periódico The Advertiser de Adelaida (Australia): “Hay muchas razones para sentir profunda lástima por los Estados Unidos” hoy en día, entre ellas Covid-19, incendios forestales, disturbios civiles, tiroteos en escuelas y un debate “desastroso”.