Kamala Harris y Mike Pence se enfrentaron en el debate vicepresidencial sobre la respuesta de la administración Trump al coronavirus.
Separada de su rival por barreras de plexiglás, Harris calificó la respuesta, dirigida por Pence como jefe del grupo de trabajo sobre el coronavirus, como “el mayor fracaso de cualquier administración en la historia del país”.
Pence, sin embargo, se mostró en desacuerdo cuando Harris dijo que no tomaría una vacuna si es Trump quien la recomienda.
“Solo les pido que dejen de jugar a la política con la vida de las personas”, dijo. “La realidad es que tendremos una vacuna antes de fin de año y tendrá la capacidad de salvar innumerables vidas estadounidenses”.
Pero Pence también tuvo que defender lo que ha estado sucediendo en la Casa Blanca la semana pasada, ya que decenas de empleados de la Casa Blanca dieron positivo por el virus junto con el presidente Trump y la primera dama Melania Trump.
“La diferencia aquí es que el presidente Trump y yo confiamos en que el pueblo estadounidense tomará decisiones en el mejor interés de su salud”, dijo.
Hubo interrupciones, aunque no tanto como Trump le hizo a Joe Biden la semana pasada.
Esta vez, ha habido cierta preocupación por el estado de Pence, dado el brote en la Casa Blanca que ha infectado a 34 empleados y otros contactos, según ABC News. Pence dio negativo, incluso el miércoles, y los Centros para el Control de Enfermedades lo autorizaron a participar. Pero todavía existe la preocupación de que estuvo expuesto al virus en la ceremonia del Rose Garden del 26 de septiembre para la nominada a la Corte Suprema Amy Coney Barrett, y que aún debería estar aislado.
La comisión pasó los últimos días instalando un divisor de plexiglás entre Pence y Harris, para que están separados por más de 12 pies. Pero algunos cuestionaron por qué el debate se estaba haciendo en persona y no virtualmente.
“No hay ninguna razón para tener una audiencia allí, en realidad no hay ninguna razón para tener a nadie allí”, dijo el Dr. Jonathan Reiner en CNN.
