La Administración de Alimentos y Medicamentos estableció normas de seguridad actualizadas para los fabricantes de las vacunas COVID-19 después de que la Casa Blanca bloqueara su lanzamiento formal, el último tira y afloja político entre la administración Trump y los científicos de salud pública del gobierno.
En los documentos informativos publicados en su sitio web, la FDA dijo que los fabricantes de vacunas deben hacer un seguimiento de los participantes en los ensayos durante al menos dos meses para descartar problemas de seguridad antes de buscar una aprobación de emergencia. Ese requisito casi seguramente impediría la introducción de una vacuna antes del 3 de noviembre.
El presidente Donald Trump ha insistido repetidamente en que se podría autorizar una vacuna antes del día de las elecciones, a pesar de que los principales científicos del gobierno que trabajan en el esfuerzo han dicho que el plazo es muy poco probable.
Antiguos funcionarios de la FDA han advertido que la percepción pública de que una vacuna se estaba sacando apresuradamente por razones políticas podría descarrilar los esfuerzos para vacunar a millones de estadounidenses.
Un alto funcionario de la administración confirmó a la AP que la Casa Blanca había bloqueado los planes de la FDA de publicar formalmente las pautas de seguridad basadas en el requisito de datos de 2 meses, argumentando que no había “ninguna razón clínica o médica” para ello.