“Distancia social”. Es una frase que se ha convertido en un mantra de la pandemia. Vemos las señales por todas partes diciéndonos que nos mantengamos a seis pies de distancia, enfatizando la necesidad de separación física. Aunque este es un mensaje importante para ayudar a mantenernos seguros, la frase lo tiene todo mal. No necesitamos estar socialmente distantes. Físicamente separados, sí, pero esa conexión social es exactamente lo que todos necesitamos durante esta pandemia.
“Es un momento extremadamente difícil con la angustia mental”, dice Kevin Hines. Ha sido un defensor de la salud mental durante casi 20 años y sabe cómo un solo momento de conexión puede cambiar la vida de alguien.
El 25 de septiembre de 2000, cuando Hines tenía 19 años, caminó hasta el centro del puente Golden Gate en San Francisco, y mientras miraba fijamente al agua, esperó a que alguien, cualquiera, le ofreciera una palabra amable o incluso una mirada amistosa. Eso nunca ocurrió. Hines saltó.
Hines dice que, aunque no seamos capaces de extender la mano físicamente, de poner la mano en el hombro de alguien, todavía podemos ofrecer esos momentos de apoyo que podrían cambiar la trayectoria de la vida de alguien.
“Tenemos que pensar en las personas de nuestra vida que no tienen a alguien físicamente a su lado, a quien aferrarse”, dijo. “Y tenemos que ser las personas que hagan esa llamada telefónica y la hagan regularmente.”
Aquí están las formas en que Hines dice que todos podemos asegurarnos de permanecer en esto juntos:
- Llamar de tres a cinco personas al día y usar el video
- Pide consejo.
- Recuerda, no se trata sólo de lo que dices
- Nunca aceptes la primera respuesta