En medio de la pandemia, ¿podría el aire libre convertirse en la nueva oficina de psicoterapia para pacientes que necesitan tratamiento mental en persona?

Jami Grich, una psicóloga de San Francisco, definitivamente piensa que sí. Hace varios meses creó un espacio en su patio trasero para ver a la gente. “Con niños pequeños en casa, necesitaba encontrar una manera de conocer a los pacientes cara a cara. Mi patio trasero era la solución perfecta porque es espacioso y permite mantener la distancia social”, dice.

Debido al coronavirus, muchos proveedores de salud mental, como muchos otros profesionales médicos, están llevando a cabo la terapia a distancia. Aunque las investigaciones demuestran que la teleterapia puede ayudar a tratar la ansiedad y la depresión, las reuniones virtuales no funcionan para todo el mundo. Según los terapeutas puede ser un desafío observar los comportamientos no verbales de los pacientes o transmitir empatía a través de Zoom. Cuando alguien llora, por ejemplo, puede ser útil entregarle un pañuelo de papel – la teleterapia interrumpe esta simple expresión de atención en persona.