Según nuevas investigaciones, la inmunidad al coronavirus puede durar años, tal vez incluso décadas.
Es una buena noticia porque algunos expertos se preocupaban de que la resistencia al virus pudiera ser fugaz, y es potencialmente una gran noticia para nuestra capacidad de mantener el virus bajo control con vacunas.
Durante meses, los informes de disminución de los niveles de anticuerpos llevaron a los científicos a temer que la resistencia al virus pudiera durar poco. Pero los investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla, que dirigieron el estudio, observaron la respuesta inmunológica del cuerpo en 185 pacientes de 19 a 81 años que se habían recuperado del virus.
Rastrearon anticuerpos, pero también células B que pueden producir más anticuerpos, y dos tipos de células T que matan a otras células infectadas. Los investigadores también tomaron muestras de sangre de 38 personas durante muchos meses.
El equipo encontró que los anticuerpos se mantuvieron, disminuyendo modestamente de seis a ocho meses después de la infección, aunque la cantidad varió ampliamente entre los participantes. Las células T mostraron sólo un ligero y lento declive en el cuerpo, mientras que las células B crecieron en número. Los investigadores extrapolaron el lento nivel de decadencia a lo largo de ocho meses y concluyeron que lo más probable es que las personas estuvieran protegidas durante algunos años.
“Estas son realmente buenas noticias, porque si la infección natural está produciendo una respuesta inmunológica fuerte, una vacuna lo hará aún más, porque las vacunas generalmente tienden a producir respuestas inmunológicas más fuertes y duraderas que las infecciones naturales”.
A los expertos también les preocupaba inicialmente que la resistencia al coronavirus pudiera ser similar a la de la gripe, lo que requeriría que las personas se vacunaran cada año. Eso habría creado una pesadilla logística: el mundo entero tendría que ser vacunado regularmente sólo para mantener la pandemia bajo control. Pero esta investigación implica que puede no ser el caso.
“Sugiere que podríamos tener algún respiro, y eso podría ayudar a cada país a recuperarse, en términos de economía y de mantener a su población segura. También significa que podemos ser capaces de contener esta pandemia un poco antes de lo que nos habíamos preocupado”.