Muchos bebés son intolerantes a la lactosa, la cual es la incapacidad del organismo para digerir este tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Se presenta cuando el intestino delgado no produce enzimas de lactasa suficientes para ser capaz de digerir la lactosa, por lo que permanece en el intestino, se fermenta y se generan gases y molestias gastrointestinales.
Esta intolerancia también la presentan algunos adultos, pero en los bebés se nota más ya que su sistema digestivo es inmaduro.
¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia a la lactosa?
Primero que todo el bebé debe consumir dentro de su dieta un producto lácteo, que por lo general es la leche; observa su reacción y si notas algo anormal, debes de suspender ese alimento.
Los bebés también pueden sufrir de diarrea, cólicos, distensión abdominal, llanto descontrolado, gases, vómito, ruidos en su estómago, etc. Estos síntomas aparecen de 30 minutos a 2 horas después de haber consumido algún lácteo.
¿Qué debe hacerse?
Primero que todo hay que suspender ese alimento y visitar un pediatra, quien te puede informar qué es lo que sucede y cuál es el mejor tratamiento.