Para Jennifer Broderick, la decisión de pasar el Día de Acción de Gracias sola fue sorprendentemente simple.
Su madre es enfermera de cardiología, su hermana trabaja en una residencia de ancianos y Broderick ha estado dando clases en persona como profesora asistente de biología en el Thiel College en Greenville, Pennsylvania. Dado que todos ellos interactúan con personas fuera de sus familias inmediatas cada día, exponiéndolos a COVID-19, Broderick dijo que se quedará en casa.
Puede cocinar un pavo “junto” a su familia a través de Zoom, o está pensando en hacer una comida poco convencional en esta fiesta poco convencional: tacos.
“Porque me preocupo por mi familia y amigos, esto es algo que puedo hacer para protegerlos”, dijo Broderick, de 29 años. “Si pudiéramos hacer un buen trabajo en la cuarentena ahora, eso podría contribuir a reducir los números para que al menos pueda pensar en verlos durante la Navidad”.
La pandemia de coronavirus se está extendiendo fuera de control con más de 250,000 estadounidenses muertos, escuelas cerradas en todo el país y la nación estableciendo un nuevo récord de infecciones múltiples durante la semana pasada. Esto ha llevado a la gente a reconsiderar sus planes para el Día de Acción de Gracias, ya que muchos han elegido comer una comida sin compañía de su comunidad ni de su familia.
