Cuando una persona se enamora las cosas cambian y ve la vida color de rosa, casi todo el tiempo lo dedica a pensar en su amado, las pupilas se dilatan y sin darse cuenta comienza a suspirar.

Esos suspiros tienen una explicación científica y es que el corazón late más rápido, entonces requiere de más oxígeno y de manera automática el cuerpo suspira para jalar el oxígeno que le falta.

¿Por qué las personas suspiran cuando se enamoran?

Cuando se viven emociones fuertes, como es el amor, se presentan altas dosis de adrenalina y norepinefrina. Para compensar ese cambio, el cuerpo jala el aire que necesita para llenar los pulmones porque requiere más oxígeno.

Karl Halvor Teigen, psicólogo noruego de la Universidad de Oslo realizó un estudio sobre los suspiros y en sus investigaciones descubrió que estos aparecen por varios motivos: un grupo de personas que participó en el estudio asocian los suspiros con algo negativo, otro grupo suspiraba porque se daban por vencidos y otros por tristeza.